El espacio social y económico de Rusia es bastante heterogéneo, incluso en indicadores como el desarrollo económico y el nivel de vida. Rusia tiene un gran número de entidades constituyentes, y muchas de ellas se enfrentan a problemas de desarrollo más agudos. En la teoría económica, esas regiones se denominan regiones problemáticas. Suelen incluir las regiones con los niveles de vida más bajos. En la actualidad, el problema de las regiones depresivas de Rusia tiene sus propias características distintivas, que están relacionadas, entre otras cosas, con la transición de la economía planificada a la economía de mercado, lo que ha provocado cambios en el espacio social y económico. Las grandes ciudades y regiones, cuyos bienes tienen demanda en el mercado mundial, han podido adaptarse más fácilmente a la economía de mercado. Y las regiones que se especializaron en industrias más atrasadas tecnológicamente se volvieron menos competitivas.