Este libro sale a la luz en el centenario de la publicación de Argonautas del Pacífico Occidental (1922) de Bronislaw Malinowski, fecha de nacimiento de la etnografía antropológica moderna. Reconsiderando las reflexiones críticas desarrolladas en este siglo contra la antropología positivista y la autoría etnográfica, el libro articula una crítica radical a la pretensión de la Antropología Cultural de proponerse como ciencia social a partir de los datos construidos a partir de la llamada "observación participante". El trabajo de campo, como práctica científica de confrontación con la diversidad humana, no genera datos fácticos sino puntos de vista que -como afirma James Clifford- son sólo verdades parciales. Sin embargo, esos datos son pistas fundamentales para la comprensión histórica. El libro consta de cuatro capítulos, de los cuales los tres primeros ("La evanescente legitimación de la antropología cultural", "Las ambigüedades de la etnografía antropológica" y "La relatividad etnográfica") constituyen la pars destruens, mientras que el cuarto ("Etnografía y comprensión histórica") intenta esbozar una pars construens.
