Juan Manuel de Prada narra en El castillo de diamante la relación que mantuvieron Santa Teresa de Jesús y Ana de Mendoza, la princesa de Éboli. A finales del siglo XVI, se establece entre ambas mujeres una relación de poder de la que indefectiblemente una de ellas sería vencedora. Cuando la santa se decide a fundar conventos de su propia orden, la princesa de Éboli la requiere en sus tierras de Pastrana para que erija allí una de sus iglesias. Sin embargo, Santa Teresa se niega. Las discrepancias entre ellas no tardan en aparecer y alcanzan su momento culmen cuando la princesa de Éboli se hace con el Libro de la vida de Santa Teresa y amenaza con hacerlo público. Este capítulo de la historia de España no ha sido nunca novelado, a pesar de las múltiples obras que se han escrito sobre ambas mujeres.