El movimiento por los derechos civiles de los hispanos en América comenzó originalmente como un movimiento agrícola, y rápidamente se convirtió en un floreciente movimiento cultural y político. Las diversas ramas de la literatura -prosa, teatro y poesía- pronto se abrieron paso entre el público anglosajón, tendiendo puentes sobre prejuicios, estereotipos y tópicos, enriqueciendo la cultura y la cultura popular norteamericanas con nuevos elementos que hoy se consideran partes orgánicas e importantes de la civilización norteamericana.