Las aguas residuales pueden definirse como una combinación de residuos líquidos o transportados por el agua que se eliminan de residencias, instituciones y establecimientos comerciales e industriales, junto con las aguas subterráneas, las aguas superficiales y las tormentas. El agua es esencial para la supervivencia y el bienestar humanos, por lo que es fundamental garantizar unos recursos hídricos adecuados. Sin embargo, se ha registrado que más de 80 países de todo el mundo sufren una escasez extrema de agua, y aproximadamente el 25% de la población carece de acceso adecuado a agua dulce en cantidad y calidad suficientes. Debido al crecimiento demográfico, la rápida industrialización y las sequías prolongadas, la propagación de una gran variedad de contaminantes en las aguas superficiales y subterráneas se ha convertido en un problema crítico en todo el mundo. Por ello, es importante controlar los efectos nocivos de la contaminación y mejorar las condiciones de vida de los seres humanos. En las aguas residuales persisten metales pesados, sustancias químicas inorgánicas, contaminantes orgánicos y otros compuestos complejos.