Las catástrofes naturales son un conjunto de sucesos dañinos que no son de origen humano. Estos sucesos suelen ser impredecibles o, al menos, su ocurrencia no puede predecirse durante mucho tiempo. Las catástrofes naturales son de distintos tipos. Terremotos, inundaciones, huracanes, tornados, tsunamis, granizo, avalanchas, rayos, cambios extremos de temperatura, sequías y volcanes son ejemplos de desastres naturales. Actualmente, en la literatura sobre la vulnerabilidad de las sociedades a los peligros naturales se hace hincapié en tres enfoques o paradigmas de pensamiento. El papel de los seres humanos y el uso de la tierra en la ocurrencia de deslizamientos de tierra es extremadamente importante, y entre estos factores, la construcción de carreteras en la región por los seres humanos tiene la primera prioridad en la ocurrencia de deslizamientos de tierra. La tala completa de árboles forestales por el hombre es la segunda prioridad. Además de estos factores, los factores naturales también influyen en la aparición de corrimientos de tierras, entre ellos los factores de formación geológica, falla, pendiente y cubierta vegetal, y por último el clima. Los trabajadores tienen que trabajar a gran altura, controlar equipos pesados o transportar herramientas pesadas y están expuestos a ruidos fuertes durante muchas horas al día, lo que les pone en situaciones peligrosas.